Imm 34 La verdad sobre el caso de Harry Quebert de Joel Dicker

Sin más preámbulos lo diré: la verdad sobre el caso de Harry Quebert es uno de los mejores libros que he leído. Esta novela del suizo Joel Dicker, debe ser uno de los libros más adictivos que he tenido entre mis manos, más que una historia policial, relata el amor entre el escritor del más grande libro de la época y una joven de 15 años de la que no se tiene rastro por años después de su desaparición. En 2008, Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor y mejor amigo Harry Quebert, autor de la famosa novela, poco a poco encontrara pistas de esta relación, lo que coincidirá con el descubrimiento del cadáver de la joven en el patio del aclamado escritor. Lo que en principios era una historia de amor prohibido se convierte en el más truculento y escabroso caso que se conocido en la ciudad de Aurora. Una ciudad en donde todos tienen secretos y cada cual es parte de lo acontecido a la pequeña Nola. La historia es contado en tres tiempos: -1975, 1998 y 2008. Lo que permite tener varios sospechosos, descubrir pistas, móviles y desenmascarar cuartadas falsas. Es un libro intenso, para nada aburrido, tedioso o repetitivo en su visión. Todas las historias dan vuelcos tremendos cada ciertos párrafos, por lo que no podrás hacer trampa y leer el final para saber cuál es la verdad. Verdad que te sorprenderá, y si eres como yo, seguro despertaras a tu marido a las 2 de la mañana para contarle lo impactada que estas por lo que descubriste. Sin duda es un imperdible para aquel que se jacte de lector, y aún más para los que escribirnos, está lleno de consejos del autor, los que estoy segura no te dejaran indiferente. Publicada primero en francés en el 2012 y en nuestro idioma en mayo de 2014 es un imborrable para todo aquel que sabe de él. Las primeras páginas son de libre acceso en internet, como si adelantaran que querrás leerlo si o si después de devorarlas. Después de terminado, no me atrevía a leer otra cosa, esa sensación de que ningún otro sería mejor no me abandonó hasta dos semanas después, momento en que mi marido llegó con el cuarto de una saga que tenía algo abandonada.