IMM 24 Dispara, yo ya estoy muerto de Julia Navarro

Empecé con muchas ganas, no lo puedo negar, había leído muy buena crítica respecto a él y viniendo de boca de quienes las oí, me compre la escena entera, pero mi afán fue menguando y mi lectura veloz se hizo lenta, volví a leer y a releer hasta que cada nombre y fecha tomaran el sentido necesario de presencia dentro de tal narración.Fue difícil, pero llegue a la ultima pagina y se dio el merecido final. Lleno de pequeños detalles, históricamente presente y sobre todo rico en contenido social, este libro te lleva desde lo menos prolijo hasta lo más íntimo de casa personaje, de vida de una nación y de la esencia del movimiento político que trasciende hasta nuestros días. Es una presentación magistral de la realidad humana desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX (1948) con sus bonanzas y sus desparpajos, crudezas y hazañas heroicas por el honor de la familia. Gran parte de la gracia de esta novela, está en que los personajes principales pasan a ser casi secundarios, dado que realizan los relatos de cada parte de la historia la que inicia cuando La familia Zucker es expulsada a finales del siglo XIX de la Rusia zarista por su condición de judíos. Periodo difícil para la humanidad, incluso si lo vez desde el otros lado del mundo, podrás imaginarte la de relatos emocionantes, fuertes y profundos que podrás leer a través de sus más de mil páginas. A modo de confesión llore con más de un capitulo y no pude dejar de lado frases de gran valor interno, motivación y lucha. Es un libro muy bueno, lleno de conocimiento y realidad. Se hace largo en muchas ocasiones y cansa un poco lo de las fechas, pero marca la vida del lector, dado que no es la historia que estudiamos, si no la se vive. El final: el final es de lo mejor. Yo me lo imagine como en la mitad, pero no creí que algo así pudiera ocurrir. Que chico es el mundo aunque la historia se alarga. Todos venimos de donde mismo y seguramente terminaremos en algún lugar parecido. Totalmente recomendado, más para el lector adulto y culturalmente hambriento que para el joven con ganas de romance. Si debo decir algo al cierre diré: Julia Navarro, leerlo fue todo un desafío. Pero el final valió la competencia.