Un mes treinta días en Alaska ( PARTE 3)

y por fin¡¡ la ultima parte y final de esta serie de tres partes correspondiente a  un mes y 30 días en alaska.

si quieres tener la versión completa, puedes leer la PRIMERA PARTE Y SEGUNDA PARTE

En cierta ocasión, una de mis pesadillas cobro significado. Habían pasado muchos días y mi barrera ya estaba media baja. Podía conversar con los pingüinos jóvenes y sabía con certeza hasta donde podía hablar, pero ellos no. Luego de un mes, conocí el corazón de los pingüinos junior y puedo ver que están agotados de la mala comida y del frío.

De los pingüinos adultos, algunos cocinan bien. He tenido 2 o 3 comidas no muy calientes pero sabrosas.

Extraño también la música de mi país: alegre, bailable, llena de esperanza y amor. La de Alaska, es energética, pero llena de batallas pasadas y soldados que hablan de lo cansados que están.

Alaska necesita mucho a Jamaica. Alaska y yo también.

Al cumplir un mes y treinta días, decidí visitar mi país. Hubiera gritado, pero esta vez de felicidad. Mis compatriotas no tienen idea del país bello que tienen: sano, con futuro, con fe, calor y comida caliente. ¡Al volver mi corazón dio vueltas¡ mi ser salto y hablo nuevamente, pude cantar, levantar mis manos al cielo, girar y reír a temperaturas agradables. Ahí hay aguas dulces, cristalinas, que se renuevan constantemente. Fue hermoso volver aunque fuese por un día.

Cuando regrese a Alaska, todo seguía igual. Pienso por las noches en qué pasaría si los pingüinos conocieran Jamaica, sé que no se conformarían con lo que están comiendo. Que agitarían las aguas, que buscarían calor y un mejor lugar donde dejar sus huevos.

Ya no repudio Alaska. No la disfruto, pero intento sobrevivir. La última vez un pingüino joven dijo  algo muy de mi país y mi ser salto y dio una voz de afirmación. Los demás me miraron extrañados. Les dije que no lo pude contener. Esa afirmación nació desde mi interior y estoy esperanzada de que aparezca mas seguido.

Este tiempo ha sido oscuro y frío, pero se por fin que mi corazón esta donde debe estar.

Avance próximo capitulo:

Han llegado días en que la delgada linea roja de la pertenencia se ha vuelto de un color ilegible..  no recuerdo mi patria con añoranza, por el contrario.. recuerdos pesarosos han vuelto. por primera vez me pregunto: ¿debería volver o es mejor estar en alaska?